Hace más de 30 años que Las Asturianas Marchosas empezaron a disfrutar con los desfiles del carnaval infantil saliendo con sus hijos, fundamentalmente con el CEIP Graciano Atienza. Poco a poco estos fueron creciendo y tanto Antonia Sáez como María Marchante optaron por desplegar todo su amor e ingenio carnavalero que siempre han llevado dentro, creando Las Asturianas Marchosas, un grupo que llegó a contar con más de 40 personas, pero que por defunciones de algunos de sus miembros, y otros que se hicieron muy mayores para seguir desfilando, las dejó como pareja en los últimos carnavales. Pese a ello, han seguido participando en los diferentes desfiles y lo harán hasta que las fuerzas les acompañen. Muy mal deben estar para no salir, puesto que incluso han llegado a participar hasta en silla de ruedas.
El Barrio de Asturias y su marcha carnavalera cuando eran más jóvenes que les permitía que nada pudiera con ellas, les hicieron ponerle el nombre de Las Asturianas Marchosas, que llevan con mucho orgullo y satisfacción desde entonces.
Como ellas dicen: “Si perdemos el humor lo hemos perdido todo, y nosotras de momento lo tenemos hasta que el cuerpo aguante”.
En tantos años son muchas las anécdotas y vivencias que pueden contar, y concretamente lo hace en la siguiente entrevista María Marchante.

¿Hace cuántos años comenzasteis con esta aventura del Carnaval?
Empezamos con nuestros hijos cuando eran pequeños. Como nos gustaba tanto el carnaval empezamos disfrazándolos en la escuela. Conforme se iban haciendo mayores ya no querían salir o salían en otras comparsas o grupos. Entonces nosotras, que pertenecíamos a la Asociación de Vecinos del Barrio de Asturias, decidimos montar esta peña. En un primer momento empezamos a salir en el Entierro de la Sardina, pero como ya salir sólo en ese desfile se nos  quedaba pequeño, empezamos a salir en el de adultos.

¿Cómo se os ocurrió el nombre de la comparsa? 
Fue muy fácil y muy sencillo. Como pertenecíamos al Barrio de Asturias y todas teníamos mucha marcha, decidimos llamarnos Las Asturianas Marchosas. Siempre nos ha gustado mucho y nos sigue gustando mucho el carnaval y por eso decidimos salir a desfilar también, una vez que ya nuestros hijos se habían hecho mayores. Si Dios quiere hasta en silla de ruedas seguiremos saliendo porque este amor al carnaval lo llevamos muy dentro.

¿Qué os motivó para empezar a participar en esta fiesta? 
La principal motivación surge porque el carnaval, como mucha gente de Villarrobledo, lo llevamos muy dentro. Como ya no podíamos salir con la escuela porque nuestros hijos se hicieron mayores, quisimos seguir con ese gusanillo y también ayudar con nuestra participación a esta fiesta que no se debe perder.

¿Por cuántas personas está conformado?
Cuando empezamos en El Entierro de La Sardina y en nuestros inicios, éramos en torno a 40 personas, pero conforme fue pasando el tiempo la gente se fue yendo y nos quedamos Antonia Sáez y yo, porque sobre todo las más jóvenes no sabían coser y ya nosotras no podíamos con tanto trabajo como llevaba una comparsa.

¿Cómo hacéis para poneros de acuerdo y decidir el disfraz y la actuación a realizar cada año?
Cuando éramos muchos entre todos dábamos ideas y al final se decidía por mayoría. Nos juntábamos en el Pío XII y allí es donde hacíamos los trajes. Ahora que sólo estamos las dos los trajes los diseñamos entre nosotras con la ayuda de nuestros hijos. Cuando termina un carnaval ya empezamos a trabajar en el siguiente. Todo es muy bonito.

Preparar el disfraz y la actuación os supondrá mucho tiempo y esfuerzo, ¿Con cuánta antelación comenzáis con los preparativos? 
Las Asturianas Marchosas no comenzamos con los preparativos del traje hasta el mes de enero aproximadamente. Cuando ya empezamos a notar el “ambientillo” del carnaval empezamos. Si luego tenemos que estar días sin dormir lo estamos, pero casi siempre una semana antes del inicio de la fiesta ya lo tenemos todo colgado y preparado.

¿De qué disfraz tenéis un recuerdo especial? 
Si quieres que te diga la verdad, siempre que han salido Las Asturianas Marchosas en los desfiles la gente nos ha aplaudido muchísimo. Cuando éramos comparsa y fuimos vestidos de Moros y Cristianos nos dejó un gran recuerdo. Además ese año dimos el pregón y nos lo pasamos muy bien.
Ya como pareja saliendo Antonia y yo, nos hicimos un traje de Reinas del Carnaval que incluso la gente pensaba que nos los habían hecho, pero no, nos los hicimos nosotras.

¿Qué y cuantos premios habéis ganado?
A nadie le amarga un dulce y cuando nos dan un premio es como el reconocimiento a un trabajo, y eso se agradece mucho. En el desfile de las Bodas hemos conseguido cuatro premios, dos primeros y dos segundos. Además casi todos los años nos han dado algún reconocimiento y eso para nosotras es algo muy especial, aunque como te decimos lo más importante es participar y pasárselo bien.

En el carnaval de Villarrobledo participáis varias comparsas o grupos distintos, ¿Cómo es la relación entre vosotros? 
En Las Bodas participo en otra comparsa porque a Antonia no le gusta salir en este desfile. Recuerdo cuando salimos con La Boda del Pollo, que incluso nos llamaron para salir en la televisión de Castilla La Mancha. Nos lo pasamos bomba. Hemos hecho tantas cosas en más de 30 años que ya ni recuerdo todos los trajes que he hecho. Esos diez días en mi casa ya ni me ven.
Nuestra relación con los demás participantes es muy buena, es lo que tiene que ser por el bien de todos.

Cuéntanos alguna anécdota de vuestra participación en el carnaval durante tantos años.
El año que llovió tanto y que salimos solas porque ni gente había, haciendo la carroza del carnaval se me cayó el tractor encima y me hice bastante daño en una pierna, por lo que tuve que ir subida en una silla de ruedas. Ese año íbamos de pozos curiosamente…¡en un año que llovía tanto!. Mi hijo tuvo que vestirse para llevarme, los pozos se llenaron de agua, la rueda de mi silla se salió y no podíamos parar porque venían otros por detrás, y mi hijo al llegar del carnaval se tuvo que acostar del cansancio que llevaba por haberme estado llevando en la silla con la rueda rota. Pese a todo nos lo pasamos muy pero que muy bien.
Otro año que salí sola porque a Antonia se le había muerto su madre, salí con una taza del W.C. y yo salía de dentro de ella. Eso gustó mucho a la gente y se reían mucho con ello.

Las Asturianas Marchosas dicen que llevan con el traje preparado en su cabeza desde el año pasado, cuando no se podían ni imaginar que iba a presentarse un maléfico virus en nuestras vidas. Dicen que el traje iba a ser precioso, pero esperan poder ejecutarlo en 2022 si la situación sanitaria fuera favorable y se pudiera celebrar de nuevo esta fiesta.