En breve cumplirán 40 años y, sin duda, se trata de una de las comparsas históricas y emblemáticas de Villarrobledo. Hablamos, nada más y nada menos, que de El Gorrino Carreras.
Como bien nos cuentan en la entrevista que reproducimos a continuación, participaron por primera vez en los carnavales del año 1983, en aquella ocasión en las fiestas que se hacían en el mítico Círculo Mercantil e Industrial. ‘Los Romanos’ con sus alpargatas fue su primer  disfraz. Desde entonces hasta ahora, han pasado muchas historias, sacando muchos trajes, unos mejores y otros mejores todavía, como bien dicen ellos.En tantos años, en tantos desfiles, este ‘grupete’ de amigos, en torno al medio  centenar, tienen innumerables anécdotas que nos cuentan en la siguiente entrevista. 

¿Hace cuántos años comenzasteis con esta aventura del Carnaval?
Comenzamos a participar en el siglo pasado, más concretamente en el año 1983. Llevamos 37 años ya aportando nuestro grano de arena y, en la medida de lo posible, nuestro toque de humor al Carnaval de nuestro pueblo. Parece mentira que éramos un grupete de muchachos de unos 16 años, y aún seguimos aquí, con nuevas generaciones incluidas, dando guerra.

 ¿Cómo se os ocurrió el nombre de la comparsa?
Esta pregunta es difícil de contestar
Se comenta que un tal Pa Pa Paaaaacoo, uno de los antiguos miembros de la comparsa, fue a quien se le ocurrió el nombre de El Gorrino Carreras. Era muy ocurrente y gracioso y más cosas cuando había juerga de por medio.
Y otra teoría es que empezamos a salir desde el barrio San Antón, y antiguamente cuando se celebraba el día de San Antón soltaban a un gorrino, y como siempre íbamos y vamos con prisas… de ahí surgió el nombre de El Gorrino Carreras.
Pero, creemos que ambas teorías van unidas: Paco se le ocurrió el nombre a partir del Gorrino de San Antón.

 ¿Qué os motivó para empezar a participar en esta fiesta?
Por aquel entonces, éramos todos muy jóvenes y otros tiempos, y sólo podíamos salir a divertirnos en Carnaval y Navidad. Como estábamos juntos en el instituto, ahí comenzó todo y empezamos a tomarlo como un punto de reunión diferente al resto del año. 

¿Por cuántas personas está formada vuestra comparsa?
Saliendo en los desfiles, entorno a unas 50 personas entre peques y no tan peques. A la hora de cenar en nuestro local y durante el proceso de elaboración de los disfraces, estaremos entorno a los 70.

¿Cómo hacéis para poneros de acuerdo entre todos y decidir el disfraz y la actuación a realizar cada año?
Pues hay años que tenemos ideas de otros años. Hay otros en los que salen solas cuando nos volvemos a juntar de nuevo entre cafés y mistelas. Los jóvenes de la comparsa van dando algunas ideas, pero para ejecutarlas se requiere mucha dedicación y habría que adaptarlas a las diferentes edades de los componentes de la comparsa. Queremos cuidar a nuestros mayores para poder seguir saliendo año tras año, y hacer grande nuestro carnaval. No queremos que tengan problemas con las caderas o las rodillas,…. Algunas de esas ideas que han propuesto nuestro jóvenes han ido saliendo, y otras pues las vamos guardando para otros años.
Aunque, últimamente tenemos una integrante de la comparsa que está “on fire” con las ideas, y lleva dos años consecutivos que sus ideas gustan a todos, por el humor y el juego que nos pueden dar en la calle, que es lo que nos gusta: elaborar un disfraz que nos haga disfrutar tanto a nosotros como a nuestros queridos vecinos, y que además, pueda ser recordado de lo satírico o gracioso que pueda ser. Así que… “¡¡¡¡Albertina, ve pensando en el disfraz para el 2022!!!!”

 ¿Con cuánta antelación comenzáis con los preparativos?
Nosotros nos solemos juntar en fiestas. Ya después del Roscón nos juntamos en nuestro local (aunque no se lo crea la gente). Pero siempre llegamos a tiempo porque tenemos buenos ingenieros, costureras, peluqueras, pintores, maquilladoras… que echan muchas horas. Cada sección tiene algún jefe/a, que anima a que la producción del disfraz vaya adelante. Como dice nuestra querida Pepi , “¡No os esteis!” . Cuando no viene la “jefa-jefa” sacamos nuestro punto de locura, y cuando va al día siguiente dice que no hemos rendido. Hay tiempo para todo, hasta para hacer locuras y desestresarnos. Y es que si cogiéramos con mucho más tiempo el disfraz, podríamos estar todavía colocando detalles.

 ¿De qué disfraz tenéis un recuerdo especial?
Sería muy difícil nombrar uno solo ya que todos nuestros disfraces tienen algo especial e incluso los que son “distintos” porque detrás de cada uno de ellos hay grandes anécdotas.
Con nuestros “Genios de la lámparaconseguimos ser la primera altura en nuestro Carnaval, y fue gracias a tubos de PVC y globos que hinchamos a pulmón. La verdad es el que el resultado en las calles impactó bastante y no pesaba. Las gallinas de Chicken Run “Evasión en la Granja” también son recordadas con mucho cariño porque a pese que nos costó personalizar los gestos de cada una de ellas y sacar todos los personajes, el conjunto quedó “de película”.
Nuestras “Brasileñastambién nos dieron mucho juego en las calles y la gente no podía parar de meternos mano y de hacerse fotos con nosotros.
Con las “Barbies” se nos empañaban las cajas del frío y con los Globos penamos un poquito, pero gustaron mucho porque quedaban muy vistosos.
Además nuestra fantasía de drag Queens de “Priscilla, la Reina del Desierto” en el año 2011, nos encantó, por el colorido que llevábamos, lo que disfrutamos, las pelucas de flores (que pesaban lo suyo…) y además, ese año introdujimos un nuevo material que nunca había salido en los desfiles, unos zancos elaborados por nosotros mismos y con los que tuvimos que aprender a no caernos por las escaleras del local y por las calles de Villarrobledo. Fue una experiencia nueva el desfilar con plataformas. Y el toque final lo dio nuestra querida Loles, con un look espectacular dejándonos a cada uno de nosotros como auténticas reinas de la noche.

 ¿Qué y cuántos premios habéis ganado?
Tras 37 años desfilando, sólo contamos con 7 primeros premios:
1992: Fórmula 1.
1994: Genios de Aladino.
1999: Demonio de Tazmania (Gorrimonio).
2005: Super Cocos.
2014: Globos aerostáticos.
2016: Falleras.
2020: Oktoberfest. La fiesta alemana de la cerveza.
Además, contamos con numerosos cuartos premios, porque nosotros “somos del 4º” entre ellos Los Cartoons en el 2000 , las Úrsulas en 2003, Priscilla “La Reina del Desierto” en 2011, o los Búhos en el 2015.
Entre nuestros Terceros premios están las Brasileñas en 2004, los Moteros y sus motos en 2017, los Crepes en 2018 o los Botones de hotel en 2019.
Y recordamos con especial cariño nuestros segundos premios de 2002, con las Barbies, y de 2001 con las gallinas de la película “Chicken run – Evasión en la Granja”. Ya son tantos disfraces que se nos olvidan los premios porque siempre recordamos lo que disfrutamos en los desfiles.

 ¿Cómo es la relación entre comparsas?
Tenemos buena relación, ya que tenemos amigos e inclusos familiares en otras comparsas. Incluso algunos años nos hemos dejado materiales para poder seguir trabajando porque nos pillaba un finde sin existencias y hemos echado mano unas comparsas de otras, sobre todo dejarnos cola.
Además hay componentes de otras comparsas que han pertenecido y han formado parte de nuestra cantera, lo cual hace que siempre intentemos llevar el espíritu de la rivalidad con el mejor humor posible porque nunca llueve a gusto de todos.

 ¿Cuál es vuestra parte favorita del carnaval?
No podríamos elegir solo una. Los previos del carnaval, cuando estamos elaborando el disfraz. Son noches de compartir vivencias y risas, aunque también trabajemos a destajo, donde la cola “coloca”. Este año hemos tenido muy presente al Fary y al grupo musical Boney M para amenizarnos nuestras noches productivas. También, las noches de carnaval en la carpa y en las cuatro esquinas, disfrazados de alguna parodia (este año hemos realizado aerobic en esas cuatro esquinas, en compañía con Forrest Gump). La noche de las bodas, es donde sacamos nuestro punto loco. Los previos al desfile de adultos, cuando Elena Solana, más conocida como “la máscara de la purpurina” comienza a rociarnos de purpurina en la cara. Y mencionar, además, las noches de cena en nuestra gorrinera, degustando exquisitos platos elaborados por buenos chef, como lo es el tiramisú de nuestra querida Ino, las paellas de Rodolfo y Felipe, los chorizos y las morcillas de la Mari Santos, la ensalada de kikos de la Dolores, la pizza de Albertina, “el garrote” de Abelardo, las chocolatinas de propia elaboración de la Pepi, las naranjas de Micky, los guisos de la Jose y el buen caldo de cocido de la Nati para el domingo de resaca. Luego cuando termina el carnaval, por el grupo de whatsapp del gorrino nos preguntamos que qué nos toca hoy de cenar, y algunos mandamos la foto de la lechuga porque nos ponemos a régimen.

 A parte del carnaval, ¿organizáis alguna otra actividad en grupo?
Sí, solemos quedar en alguna ocasión para cenar juntos y ajustar cuentas para pagar alguna cosa del carnaval. En los mojitos de la feria también quedamos, en alguna boda, o para realizar viajes al parque Warner Bros. Nuestros peques también van quedando por su cuenta, para cenar en la feria o en otras ocasiones (se nos hacen mayores). En el confinamiento nos entretuvimos con los concursos elaborados por Rodolfo. Uno de esos concursos era pintar lo que veíamos desde nuestra ventana, y en otro concurso elaboramos figuras de algunos disfraces de nuestra comparsa con una masa especial de harina, que tuvimos que aprender a realizar siguiendo los pasos de videos de youtube que mandaba Rodolfo. También, mandábamos fotos de lo que comíamos cada día, para ver lo cocinitas que estábamos. Pero generalmente solemos hacer cena en Navidad y cena después de Carnaval más la quedada en la feria.

 Cuéntanos alguna anécdota.
¿¿¿Algunaaaa???. Anécdotas tenemos muchísmas.
En nuestro comienzos, hubo un año que no tuvimos local. Ese año decidimos salir de cocodrilos. Cada componente elaboraba el disfraz en su propia casa. Cuando nos juntamos para salir en el desfile, cada cocodrilo era diferente. El de nuestro querido Marcos estaba compuesto de sólo dos piezas. Fue un show. Pero eso sigue sucediendo con la pobre “pituca” (“elenita”) que se tiene que “embeber” para que le quepan los trajes. Todos los años, le pasa. Con el disfraz de las Chochonas, ocurrió algo similar. Tuvieron que “embeber” la carroza quitando aire a las ruedas, ya que era más alta que el portón. De esa manera, pudieron sacarla.
Otro año contamos con la presencia de una mascota en nuestra gorrinera. Sin comerlo ni beberlo, una noche aparecieron huellas de pintura de rata entre nuestros disfraces. Rebuscando por todos las partes de nuestro local, descubrimos que la rata se encontraba entre las cajas que teníamos con materiales del campo. Otra mascota que recordamos con cariño fue una cabra que se nos escapó en el desfile de bodas por el círculo, ya que salimos de la legión (“El Novio de la muerte”). Ese año nos tocó un tercer premio en las bodas.


Es rara la noche que se nos va la luz… y aprovechamos en cantarnos todos los cumpleaños feliz que nos debemos. Además, año tras año encontramos prendas perdidas en anteriores carnavales, como cazadoras o cargadores de móviles. No sabemos cómo, pero sucede.
Antes de cerrar o salir del local, Dolores madre es la que apaga las luces y comprueba que no nos olvidemos a algún componente de la comparsa en el baño. Al pobre de Rodolfo Junior lo encerramos durante toda la noche de carnaval en el chiringuito, ya que estaba en el baño y cuando salió ya estaba la gorrinera recogida para el día siguiente. Menos mal que un componente de la comparsa se le olvidó el móvil y llamó con ese móvil a Dolores madre (que ya estaba acostada) para que fuera a socorrerlo.
Como siempre nos juntamos después de navidad, en nuestras casas suele haber restos de dulces y otras cosas, y la Dolores siempre suele llevar polvorones. Pues hubo un año que se los llevó caducaos’ y así nos los comimos con nuestros cafés de las noches. Además también suele ser ella quien prepara el café, pues un año lo preparó cafeinado y tuvimos noche en vela todos lo que bebimos. No faltaron las risas cuando nos confesó por qué había sido.
En cuanto a los premios también hemos tenido muchas anécdotas pero recordamos con el especial cariño el año que ganamos con los Cocos, que nos enteramos en la entrega de premios de los grupos porque Paco Segovia nos nombró al dar el primer premio de los grupos. Entonces cuando llegó el turno de las comparsas y no nos nombraban supimos que el primero podía ser nuestro.
También en nuestros locales hemos vivido de todo: incendios, inundaciones, cortes de luz… pero en general hemos salido ilesos pese algún que otro corte con puntos de sutura o golpes con vendajes y reposo “¡no nos ha faltao de ná!”
Y como decimos en nuestra comida de resaca: EL GORRINO NO GANA NI PIERDE PORQUE NO HAY MAYOR PREMIO QUE VOLVER EL AÑO QUE VIENE.
Por último, decir que nunca dejaremos de recordar a las personas que ya no están entre nosotros con las que tanto disfrutamos y tanto aportaron a la historia de nuestra comparsa