En 1989 comenzó su andadura en el Carnaval de Villarrobledo. Con ello pretendían un doble objetivo: por un lado favorecer la integración a nivel social de los alumnos participando junto con el resto de los centros educativos en esta fiesta local; y por otro, hacer de este momento un espacio donde poder disfrutar de la música, el baile y el encanto del disfraz que les hace a todos iguales y diferentes al mismo tiempo.
Esta comparsa en este primer desfile, disfrazados de ‘Isidoros’ consiguió el  primer premio, lo que supuso un motivo más para pensar que debían seguir participando.
Al año siguiente participaron con el disfraz de ‘caretas’, trabajo muy laborioso, ya que cada uno de los miembros de la comparsa elaboró un traje diferente, lo que hizo que hubiera un gran colorido y vistosidad.
Desde entonces, tres décadas, que se dice pronto, participando en nuestros carnavales. Y no crean que se quedan ahí, puesto que del mismo modo todos los años celebran el carnaval en el centro. Todos se disfrazan, alumnos, profesores y padres, disfrutando toda la tarde del Lunes de Carnaval bailando sin parar.
En esta entrevista nos cuentan desde el Centro de Educación Especial ‘Infanta Elena’ de Asprona, todos los detalles de esta comparsa tan querida por todo Villarrobledo.

¿Hace cuántos años comenzasteis con esta aventura del Carnaval? 
La andadura de Lalalilo comenzó en 1989, cuando un grupo de trabajadores y familias decidió participar en el desfile infantil de carnaval.

¿Cómo se os ocurrió el nombre de la comparsa? 
Fue en 1992 cuando la comparsa comienza a llamarse Lalalilo, el nombre se tomó de las expresiones que una de las usuarias de la asociación utilizaba para mostrar la emoción e ilusión que le suponía salir en el carnaval. Cuando le hablaban del carnaval ella siempre decía “lalalilo”.

¿Qué os motivó para empezar a participar en esta fiesta? 
La motivación inicial se mantiene a día de hoy, y es la de dar visibilidad a las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo y sus familias que forman nuestra Asociación.

¿Por cuántas personas está formada vuestra comparsa?
La verdad es que la comparsa comenzó siendo muy numerosa, llegando a ser más de 70 componentes en 1992. A día de hoy nuestra comparsa ronda entre los 20-30 componentes, muchos de los veteranos siguen al pie del cañón pero a las nuevas generaciones les está costando animarse. De ahí que planteásemos el cambio al desfile de adultos en 2018.

¿Cómo hacéis para poneros de acuerdo entre todos y decidir el disfraz y la actuación a realizar cada año?
Tenemos componentes fantásticas que suelen animar el cotarro con sus propuestas en una reunión inicial, además, al tener mano con la costura traen una muestra para que la gente se vaya animando. Los requisitos imprescindibles son comodidad y vistosidad.

Preparar el disfraz y la actuación os supondrá mucho tiempo y esfuerzo, ¿Con cuánta antelación comenzáis con los preparativos? 
La verdad es que siempre nos acaba “pillando el toro”. Rara es la vez que tenemos la idea antes de diciembre. Pero bueno, tras la Navidad nos ponemos manos a la obra. Además contamos con modistas que facilitan mucho nuestro trabajo.

¿De qué disfraz tenéis un recuerdo especial? 
El disfraz de pistoleros nos dejó un gran recuerdo por lo bien que lo pasamos, nos dio mucho juego en las calles con los complementos y además gustó mucho al público.

Otro disfraz del que guardamos buen recuerdo es el año que salimos de payasos, ya que fue uno de los más numerosos y además llevábamos charanga propia vestida con nuestro disfraz.

¿Qué y cuantos premios habéis ganado?
El primer premio nos lo llevamos el primer año que nos animamos  a salir en 1989. Después hemos recibido diversos premios: “al mensaje, a la participación, al colorido…”
En 2013 se nos concedió el banderín de honor.
En 2017 se nos otorgó la máscara de oro colectiva, lo cual fue todo un honor.
Y el año pasado tuvimos el orgullo de ser los pregoneros del carnaval 2020.

En el carnaval de Villarrobledo  participáis varias comparsas distintas, ¿cómo es la relación entre vosotros? 
La verdad es que Lalalilo sólo tiene palabras de agradecimiento para nuestras comparsas y colegios, tanto en el desfile infantil como en el de adultos. En este último nos recibieron con los brazos abiertos y dándonos todas las facilidades del mundo. Estamos muy orgullosos de las comparsas que forman nuestro carnaval.

¿Cuál es vuestra parte favorita del carnaval? 
Los previos son muy divertidos, quedamos para pintarnos, vestirnos y el buen rollo que se genera es fantástico. En el desfile lo damos todo, por supuesto, bailar por las calles de Villarrobledo es un subidón que no se puede explicar con palabras.
Aunque podríamos decir que la parte favorita es ver cómo nuestros chicos y chicas son parte de Villarrobledo y su carnaval, llevando la bandera de la inclusión.

Aparte del carnaval ¿organizáis alguna otra actividad en grupo?
Bueno, la Marcha de ASPRONA es sin duda el evento de la Asociación en Villarrobledo, Lalalilo forma gran parte de ella.

Cuéntanos alguna anécdota. 
El año que salimos disfrazados de ramilletes de flores, el disfraz estaba hecho de una tela muy finita. Ese año hizo un frío polar que nos hizo pasarlo mal en las calles. Al año siguiente, teniendo en cuenta la experiencia del año anterior, decidimos disfrazarnos de esquiadores para ir bien calentitos durante el desfile. Con la mala suerte de que ese año hizo muchísimo calor y sudamos lo que no está escrito, llegamos  a la plaza sudando a mares.