Empezaron con toda la ilusión del mundo allá en el año 2004, en una clase de religión que dio para mucho, no por el contenido en sí, sino por la idea que acabaría surgiendo de ella. Y es que en dicha clase, un grupo de jovencitas de instituto decidían crear una comparsa y ponerle de nombre una palabra surgida de dicha clase, que no fue otra que la de Tripitaka.
Su debut como grupillo y posteriormente su apoteósica aparición como comparsa, nos han dejado a un grupo de carnavaleros que no han dejado de sorprendernos en ningún momento y que han llenado de luz, colorido y fantasía las calles de Villarrobledo, interactuando con el público que se da cita durante el itinerario de los desfiles.
La calidad de esta comparsa desde su creación también ha tenido su reflejo en los premios conseguidos, y es que en todos los años han obtenido un merecido reconocimiento en todas sus apariciones en los diferentes desfiles.
Un grupo entusiasta con cerca de medio centenar de personas y que lejos de disminuir, en la última edición alcanzaron el mayor número de componentes.
Con ellos hemos charlado ampliamente de sus inicios, de su presente y también del futuro que tienen por delante.

¿Hace cuántos años comenzasteis con esta aventura del Carnaval? 
Nuestros comienzos se remontan, aunque parezca que fue ayer, al año 2004, por lo que llevamos ya 16 años. Empezamos en nuestro primer año de instituto siendo unas “criejas”, y ahora las generaciones han ido aumentando, involucrando también a nuestros hijos.

¿Cómo se os ocurrió el nombre? 
Una mañana en el instituto decidimos salir en los desfiles, decidimos que había que probar. Fíjate que curioso, que estábamos en una clase de religión si no mal recuerdo, y sonó por casualidad esa palabra que nunca habíamos escuchado y que tampoco sabíamos lo que significaba, pero al final para nosotras ha sido una “caña” de nombre y con él hemos seguido para adelante. 16 años ya con ese nombre, y que perdure.

¿Qué os motivó para empezar a participar en esta fiesta? 
Desde pequeños hemos “mamado” eso en nuestra casa porque es una de las cosas más bonitas que tenemos en el pueblo. Gracias a nuestros padres y familiares que nos han inculcado esta fiesta, creamos esta comparsa y contribuimos a hacer más grande nuestro Carnaval.

¿Por cuántas personas está formado vuestra comparsa?
El año pasado superamos el récord con 50 componentes, desde niños de unos meses hasta las abuelas. Empezamos con un disfraz del ‘Un,dos, tres’ siendo grupillo, y ahora ya somos más de medio centenar como comparsa.

¿Cómo hacéis para poneros de acuerdo entre todos y decidir el disfraz y la actuación a realizar cada año?
Sinceramente esta es una de las cosas más divertidas. En un primer momento ponemos fecha para organizar una reunión y en ella todo el mundo aporta ideas, de hecho lo más importante es aportar ideas, y de ellas cogemos las que más nos gustan, que suelen ser las más votadas. También nos quedan en el tintero ideas de otros años, nos tomamos algo y echamos nuestras risas. Cuando hemos hecho disfraces impactantes y espectaculares, solemos prepararlo con tiempo, sobre unos cuatro meses antes. Cogemos el local aproximadamente en el mes de octubre y ya ese mes tenemos las ideas claras, los materiales e ir probando, porque al principio no todo sale como te gusta, y es imprescindible probar. Intentamos tener para Navidad todo organizado y después de Navidad es cuando viene lo “gordo”.

¿De qué disfraz tenéis un recuerdo especial? 
Esta es una pregunta muy complicada porque a todos les tenemos un gran recuerdo, pero hablando con la gente de la comparsa, coincidimos que el primero que llevamos siendo comparsa, concretamente el de los tiovivos, con él nos dieron el segundo premio, y eso a nosotras nos supo a “gloria bendita”.
El de Alicia en el País de las Maravillas y el de Coco también nos gustaron mucho, porque con ellos disfrutamos de los desfiles un montón y la gente de la calle también disfrutó mucho de ellos.

¿Qué y cuantos premios habéis ganado?
El primer año que salimos ya conseguimos premio, lo que nos sirvió para seguir adelante y evolucionar. Todos los años nos han dado premio en los diferentes desfiles, aunque los más “gordos” son los banderines, y en este caso el primero que nos dieron fue en el año 2012 con Alicia en el País de las Maravillas; en el 2017 con el de Los Extraterrestres  y después con el de Coco.
Hemos tenido la suerte con los disfraces que hemos elaborado de conseguir algún premio, y eso nos hace estar muy satisfechos, porque aunque cuando elaboras el traje lo haces para pasártelo bien y para que a la gente le guste; si encima te vas a casa con un premio, pues mejor que mejor.

En el carnaval de Villarrobledo participáis varias comparsas distintas, ¿Cómo es la relación entre vosotros? 
La verdad que con el resto de comparsas tenemos una relación muy buena, de hecho hay componentes que en el desfile de adultos salen con nosotros, pero que por ejemplo con Las Bodas o en El Entierro de la Sardina sale con otras comparsas. Por tanto nosotros no tenemos problemas con ninguna de ellas, más bien al revés, nos llevamos muy bien con todos y hacemos grandes nuestro carnaval. Si nos podemos ayudar y echar una mano entre nosotros eso siempre acabará siendo bueno para todos.

¿Cuál es vuestra parte favorita del carnaval? 
Lo que más nos gusta del Carnaval es el desfile, puesto que después de tanto tiempo lo que más nos gusta es salir a la calle y desfilar, aunque a nosotros también nos gustan muchos nuestros ratos del local en el que nos reímos mucho o bailamos.

A parte del Carnaval,  ¿Organizáis algunas actividades más en grupo?
Nosotros solemos hacer lo que el resto de comparsas, que no es otra cosa que alargar el Carnaval, ya sea para limpiar el local o echar simplemente una caña. Eso por supuesto también nos une. Empezamos con cuatro meses de antelación y casi seguimos otros cuatro meses más juntándonos después de esta fiesta.

Contadnos alguna anécdota. 
El año de Los Extraterrestres, cuando estábamos saliendo del local, a la última nave se le rompió una rueda y no había manera de soldársela, incluso con los trajes puestos lo intentamos. Nos lo pasamos muy bien, nos reímos mucho y llegamos un poco tarde a la Plaza, pero como no íbamos maquilladas ni llevábamos una cabeza espectacular pues tampoco pasó nada. Otra anécdota muy curiosa que también contamos mucho, tiene que ver cuando nos disfrazamos por la noche, de cubata con un cubo y una bata. Una de nosotras iba en una silla de ruedas con el pie escayolado y casi la tiramos del escenario. El que no se lo pasa bien es porque no quiere.
En este 2021 no vamos a tener Carnaval en Villarrobledo, pero proyectos y ganas hay muchas, “y lo que hace falta es que el bicho este maldito se vaya de una vez y nos deje disfrutar”. Aunque en este año no vaya a haber desfile, siempre prepararemos alguna que otra sorpresilla.